Placas de inducción

Una placa de inducción es más económica que una placa vitrocerámica. Esto es porque la placa de inducción transmite el calor directamente al recipiente, en cambio una placa vitrocerámica necesita una resistencia para dar calor.

La inducción aunque es una placa de cocción eléctrica, es muy económica en el uso. Esto es porque la transmisión de calor es directa al recipiente que estamos utilizando y además esta se adapta al radio del recipiente, no generando calor fuera del entorno. Además es muy rápida en uso, podemos graduar exactamente el punto de calor y cuando queremos apagarla, es automático, dejando de emitir calor y de consumir energía de inmediato. Por el contrario una placa vitrocerámica enciende una resistencia que está por debajo del cristal, esta calienta el cristal y el cristal calienta el recipiente. Tampoco es posible adaptar el radio de calor al recipiente, por lo que genera calor en todo el fuego. Esto hace que su consumo sea más elevado que el de una placa de inducción.

Las placas de inducción utilizan un elemento inductivo que genera un campo electromagnético el cual se pone en marcha cuando detecta en su superficie un recipiente metálico. Esto hace que el recipiente se caliente y podamos cocinar en él. Podemos modular la potencia de este campo, hará que subamos o bajemos la temperatura de cocción y además sólo genera calor en el recipiente, lo que hace que el resto del cristal permanezca frío.

Por supuesto el tiempo de duración de un electrodoméstico siempre va a depender del uso que le demos y las condiciones de funcionamiento. Siempre podemos considerar que el tiempo medio de vida de un electrodoméstico y en este caso de una placa de inducción está estimado en unos 10 años. Además en este tiempo habrá habido innovaciones tecnológicas principalmente en reducción de consumo, que hará rentable el invertir en comprar una nueva placa de inducción con lo que ahorremos en consumo eléctrico.