Instalación de vitrocerámicas, hornos y encimeras de gas

Una vitrocerámica o inducción llevan tres cables generalmente, positivo, negativo y neutro. Es muy importante respetar su polaridad y sobretodo no intercambiar ningún cable con el neutro puesto que esto dañaría la placa electrónica.

Instalar una vitrocerámica es muy sencillo. Deberemos comprobar que la placa encaje en el hueco que tenemos en la superficie de la encimera de nuestra cocina, siempre dando un pequeño margen en los bordes para que no quede completamente encajada y pueda ventilar correctamente. Una vez hecho esto conectaremos los cables de la vitrocerámica o inducción a la regleta donde van conectados los cables que nos traen la luz, siempre respetando su polaridad. Pondremos la placa en su lugar y a cocinar.

No hay un precio fijo en esto, va a depender de varios factores:

• Si tenemos gas butano es simple puesto que solamente tendremos que hacer una línea de corriente para la placa vitrocerámica.
• Si tenemos gas natural, habrá de cortar y sellar la tubería de gas y después hacer la línea de corriente para la placa vitrocerámica. El sellado de esta tubería la tiene que hacer un profesional cualificado y homologado por la compañía suministradora del gas, puesto que seguramente requerirá la firma de un boletín de instalación.

En una cocina generalmente ya va designado el lugar donde colocaremos la placa de cocción. No obstante, si hemos de diseñar una nueva distribución, lo ideal es que no vaya cerca de un frigorífico, ya que el calor que provocará al cocinar hará que el frigorífico detecte mayor temperatura y trabaje más de la cuenta. También podremos mirar que como vamos a colocar una campana encima, esta tenga el menor recorrido de salida de humo al exterior, así tendrá mayor eficacia en la extracción de humos y mantendrá más limpia la cocina.